ALPAMA CONTROL DE PLAGAS S.L. cumple este año 10 años como asociado de ANECPLA. Hablamos con Laia Jiménez Ortiz, representante y gerente de la empresa, sobre el trayecto recorrido.
¿Cómo y con qué propósito nació Alpama?
Me parece un poco injusto que esta respuesta tenga que darla yo, ya que yo no creé Alpama. Así que voy a responder con las palabras que, hace algo más de un año, me dejó por escrito Marcelino Jiménez Méndez, el fundador y verdadera alma de Alpama, el mejor jefe y mentor que podría haber tenido, un gran profesional y docente y sobre todas las cosas, mi padre.
"A finales de enero de 2004 decidí liarme la manta a la cabeza y para delante, sin nada en los bolsillos, con el pequeño capital de rehipotecar nuestra casa, una furgoneta y un despachito (tu habitación), pero con ganas, muchas ganas e ilusiones. Y dentro de estas ilusiones, una muy especial: sacar adelante una preciosidad que acababa de cumplir cinco añitos. Así nació Alpama.
En estos veinte años hemos pasado de todo, buenos y malos momentos, risas, lloros, alegrías, decepciones... bueno de todo. Este todo ha hecho lo que ahora es Alpama, un grupito de gente que trabaja lo más a gusto que se puede y lo más importante, un grupo de gente con futuro."
¿Cuáles son los principales servicios que ofrece y qué los diferencia en el mercado?
Además de contar con los servicios de desinsectación, desratización, desinfección, control de aves, tratamientos de madera y tratamientos de agua, como medida complementaria, Alpama dispone de un servicio de auditorías e inspección, con el objeto de verificar la calidad de nuestros tratamientos, e incrementar la efectividad y eficacia de los mismos.
Después de 10 años como miembro de ANECPLA, ¿qué beneficios ha supuesto para tu empresa formar parte de la asociación?
Creo que el mayor beneficio ha sido contar con el soporte y la ayuda de grandes compañeros que nos ha dado el sector, aprender unos de otros para poder crecer como empresas y no como competencia. Además, creo en el imprescindible papel que ha desempeñado Anecpla y sus miembros durante estos años, dándole visibilidad al sector y concienciando a la población sobre la importancia de la sanidad ambiental.
En tu opinión, ¿cuáles son los mayores desafíos y oportunidades que enfrenta el sector de la Sanidad Ambiental en la actualidad?
Siempre creeré que el mayor desafío de este sector es "educar" a la población, hacer entender que nuestro trabajo requiere de mucho más que una simple "fumigación", que se trata de proteger la salud pública con todo lo que ello conlleva y más con el impacto que está teniendo actualmente el cambio climático.
Una de las mejores oportunidades que para mí se ha presentado actualmente, es la mejora en el control de las aguas. Es un tema que ha estado muy olvidado durante los últimos años y cuya importancia necesitaba actualizarse para mejorar su control.
Mirando al futuro, ¿Cuáles cree que son los retos más inmediatos para el sector?
Para mí, el mayor reto es un sector que cada día sea más profesional y para ello se necesita formación continua. Creo que, para garantizar un buen servicio, debemos aprender todos los días, adaptarnos a los cambios a la mayor brevedad y poner como prioridad tanto la protección de la población como la del medio ambiente.