Con el buen tiempo: terrazas libres y seguras de Legionella
Basan su funcionamiento en la elaboración parcial de agua aerosolizada en contacto directo con el aire. Los sistemas de pulverización y nebulización de agua, popularmente conocidos como microclimas, con la llegada del verano vuelven a ser imagen habitual en terrazas y parques, con los riesgos que ello conlleva.
Solicitamos mayor supervisión y control en las instalaciones, ya que hacen que estos microclimas sean el hábitat perfecto para la transmisión de Legionella.
El funcionamiento de estos sistemas de refrigeración les hacen ser considerados por el RD 865/2003 como instalaciones de riesgo de proliferación y diseminación de Legionella, y se relacionan con los brotes sucedidos en los últimos años cuando se acerca el verano y las temperaturas comienzan a subir.
Hace solo unas semanas, recordábamos en una entrada del blog, que la subida de las temperaturas hacía de esta plaga y su sistema de transmisión un grave problema.
Con el objetivo de disminuir la temperatura y mejorar el confort térmico de sus clientes, muchos son los que se deciden a instalar un sistema de pulverización y nebulización de agua, pero ¿llevan a cabo un control regular de estos sistemas desde el inicio de su uso?
Estas instalaciones albergan agua a temperatura ambiente y la dispensan en forma de gotas de muy pequeño tamaño en zonas de importante afluencia de público, siendo además la distancia de las personas y el punto de pulverización muy escasa, cumpliendo así todos los requisitos para convertirse en instalaciones de riesgo.
Desde ANECPLA, llevamos varios años informando del peligro y de la necesidad de contar con empresas de control de plagas para los casos de Legionella, sugerimos además tener especial atención en las instalaciones de los equipos. La entrada de Legionella dependerá, fundamentalmente, del tipo de captación de agua y del tratamiento desinfectante al que sea sometida el agua en cuestión, ya que evidentemente, si no puede asegurarse la desinfección del agua utilizada, no puede asegurarse la falta de presencia de Legionella en la misma.
Será importante el uso del agua y su procedencia, si es de red garantizaremos su calidad microbiológica. Sin embargo, si por necesidad se utilizan aguas de otras procedencias, como por ejemplo aguas de pozo o en las que no hay garantías de un adecuado nivel de agente desinfectante, estas han de tener un tratamiento previo que las desinfecte y que garantice su salubridad mediante métodos físicos, físico-químicos o químicos.
A tener en cuenta que deberá realizarse una limpieza y desinfección periódica del sistema antes de la puesta en marcha y cuando haya estado detenido más de un mes o sufrido reparaciones. Y en caso de contar con equipos portátiles deberán mantenerlos a una temperatura inferior a 20ºC.
El grupo de trabajo de Legionella de ANEPCLA, ha elaborado dos guías con el objetivo de continuar brindando apoyo para facilitaros la prevención y control de legionelosis en diferentes instalaciones de riesgo.