EL CALENTAMIENTO GLOBAL, EL ALIADO DE LOS MOSQUITOS
Como se indica desde la Sociedad Americana de Entomología, la eficacia de un importante insecticida utilizado para combatir a los mosquitos puede verse afectada por el calentamiento global del planeta, según un reciente estudio publicado en la Revista de Entomología Medica
Como se indica desde la Sociedad Americana de Entomología, la eficacia de un importante insecticida utilizado para combatir a los mosquitos puede verse afectada por el calentamiento global del planeta, según un reciente estudio publicado en la Revista de Entomología Medica
Dos investigadores de la Universidad Estatal de Montana, el estudiante de grado Shavonn Whiten y el Dr. Robert Peterson, han demostrado que la permetrina se vuelve menos eficaz en matar el mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti) cuando las temperaturas aumentan. Estos mosquitos, que se encuentran en los trópicos y los subtrópicos, pueden transmitir virus que provocan el dengue, el chikungunya, la fiebre amarilla y otras enfermedades.
"Muchas de las áreas donde se emplean estos insecticidas tienen diferentes cambios de temperatura drásticos", dice Whiten.
En su estudio de laboratorio, los investigadores expusieron mosquitos adultos a concentraciones variables de permetrina en un rango de temperaturas, encontrando una relación inversa entre la muerte de estos insectos y la temperatura desde los 16 hasta los 30° C, rango de temperaturas donde se demuestra la mayor correlación negativa. Sin embargo, desde los 30 hasta los 32° C detectaron una correlación positiva entre la mortalidad y la temperatura. Aunque posteriormente, desde los 32 hasta los 34° C, dicha correlación volvió a ser negativa.
"Probablemente tiene algo que ver con la variabilidad y el estrés por calor", dice Peterson. "Una vez que se llega a temperaturas más altas hay cosas, relacionadas con el estrés en el mosquito, que anulan el efecto de los piretroides (una clase de pesticidas a los que pertenece la permetrina), los cuales trabajan mejor a temperaturas más bajas y peor a temperaturas más elevadas."
Los científicos apuntan como algunas de las posibles razones:
1) Las temperaturas más bajas pueden hacer que las neuronas de los mosquitos sean más sensibles a la permetrina, que es una neurotoxina.
2) La permetrina puede persistir y permanecer activa durante más tiempo a temperaturas más bajas.
3) Las temperaturas más bajas pueden mejorar la capacidad del insecticida para unirse a su objeto diana.
Según Peterson, las personas que participan en los esfuerzos por controlar las poblaciones de mosquitos deben tomar la temperatura a la hora de elegir un producto biocida para el control de estas plagas. "Si estamos aplicando el producto a temperaturas ambiente cada vez más altas, podríamos tener una reducción en la efectividad y por tanto en el control", dijo. "Por lo tanto, es necesario escoger un producto que vaya a ser eficiente para el control de mosquitos y no sea una pérdida de tiempo y dinero."
Para más información, leer el artículo completo, "La Influencia de la temperatura ambiental en la susceptibilidad de Aedes aegypti (Diptera: Culicidae) al piretroide insecticida permetrina"