EL RIESGO DEL SÍNDROME POSTVACACIONAL
El número de accidentes laborales podría incrementarse por el síndrome postvacacional sin una oportuna prevención. La falta de concentración y el descenso del rendimiento en el puesto de trabajo pueden ocasionar despistes y errores humanos que deriven en siniestros laborales de leves a graves.
Uno de cada tres trabajadores sufrirá o estará sufriendo el síndrome postvacacional tras las vacaciones de verano, según un informe publicado por Adecco.
Trescientos trabajadores murieron, y más de 650.000 accidentes laborales tuvieron lugar en nuestro país, en el primer semestre de 2017, según un informe emitido hace unas semanas por el sindicato UGT. Cifra que podría incrementarse ya que según la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (ASEPAL) el número de accidentes laborales podría aumentar en los próximos meses como consecuencia del síndrome postvacacional que afecta a miles de trabajadores tras la vuelta de las vacaciones de verano.
El conocido como síndrome o depresión postvacacional tiene como principales síntomas la ansiedad, el malestar general, sudoración, falta de concentración y descenso del rendimiento, cambios de humor, incremento de las palpitaciones, así como síntomas cardíacos y respiratorios. “Esta sintomatología está en muchas ocasiones estrechamente relacionada con siniestros laborales que, aunque la mayoría de ellos suelen ser de carácter leve, pueden implicar un riesgo importante para la salud de los trabajadores”, asegura Luis Gil, secretario general de ASEPAL y portavoz. Y es que la falta de concentración y la disminución del rendimiento en el puesto de trabajo, pueden ocasionar despistes y errores humanos que deriven en accidentes laborales de poco importantes a graves.
La correcta utilización de equipos de protección individual reduce drásticamente los siniestros en el puesto de trabajo, sin embargo cualquier despiste a la hora de utilizar estos equipos de seguridad puede tener consecuencias fatales. “En estos momentos de reincorporaciones a los puestos de trabajo hay que velar más si cabe para la correcta utilización de los dispositivos de seguridad y que no sea este trastorno adaptativo un motivo de despiste para su utilización”, continúa Gil.
En este sentido desde la asociación apelan a una mayor concienciación y prevención como principales herramientas para reducir y evitar cualquier tipo de siniestro laboral. “Aunque el síndrome postvacacional pueda parecer un tema banal, la realidad es que un tercio de los trabajadores sufren esta afección y por tanto es necesario establecer protocolos en las empresas para ayudar a los trabajadores a retomar su rutina de trabajo y prestando especialmente atención a aquellos aspectos que pudieran poner en peligro la salud de los trabajadores”, explica Luis Gil.
Los olvidos en la utilización de los equipos de protección individual, la utilización incorrecta de los mismos por despistes o distracciones y la pérdida de la percepción del nivel de riesgo son las principales causas de los accidentes laborales como consecuencia del síndrome postvacacional. “Queremos recordar a las empresas y a los trabajadores la importancia de la utilización de los dispositivos de seguridad en el trabajo y la responsabilidad que contraen en la correcta utilización de los mismos en estas fechas en la que los despistes o distracciones pueden jugar una mala pasada”, declara el portavoz de ASEPAL.
La depresión no está recogida en nuestro país como enfermedad profesional ni tampoco puede contemplarse como accidente laboral, sin embargo, el estrés y la ansiedad laboral, el burnout, también mencionado como síndrome del desgaste profesional o trabajador quemado y el propio síndrome postvacacional son problemas que con más frecuencia emergen entre los trabajadores y que cada vez más se están teniendo en cuenta por los departamentos de recursos humanos de las empresas.
Fuente: www.seguridad-laboral.es