HORMIGAS CAPACES DE SACAR PARTIDO DE LA CAPILARIDAD
La especie de hormigas Solenopsis richteri es capaz de trasvasar un líquido gracias a granos de arena para evitar ponerse en peligro.
Una especie de hormigas, Solenopsis richteri – la hormiga de fuego negra importada – ha demostrado ser capaz de utilizar arena construyendo pasarelas para explotar una fuente de agua azucarada sin ahogarse en el intento.
La utilización del fenómeno de capilaridad para alimentarse sin riesgo
A las hormigas les entusiasma el agua azucarada. La British Ecological Society relata un experimento en el que se presentó agua azucarada a unas hormigas en unos pequeños cuencos. Luego se modificó, mediante un líquido tensioactivo, la capacidad de carga del líquido, aumentando así el riesgo para este insecto de ahogarse cuando se aventurase en ello. Como tenían una fuente de arena a proximidad, las hormigas acumularon los granos en las paredes interiores y exteriores de los cuencos formando así unas especies de pasarelas. Estas trasvasaron el agua azucarada mediante el fenómeno clásico de capilaridad, como el que se observa con la arena de una orilla empapada de agua. Sólo les quedaba a las hormigas acceder sin riesgo al preciado recurso.
“Hasta ahora nunca se había informado en el mundo animal de la fabricación de un ‘sifón’ para obtener una fuente de alimento líquido”, según los autores del estudio, unos investigadores de una universidad agrícola china en Wuhan y de un laboratorio americano del Mississippi que estudian los insectos nocivos. La utilización de herramientas por animales es hoy día un hecho reconocido. En los primates pero también en las aves, como por ejemplo chimpancés y cuervos caledonianos que utilizan tallos para alcanzar una fuente de alimento. Capacidades observadas en numerosos insectos, entre ellos las hormigas.
Permanentemente “probando cosas y evolucionando”
Solenopsis richteri es endémica en Sudamérica y ha aparecido en Estados Unidos. Como sus primas de la subfamilia de las Myrmicinae, un abdomen no extensible limita su capacidad a almacenar y transportar un líquido nutritivo. Un estudio del año 2016 llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad húngara de Szeged demostró que para resolver este inconveniente, por lo menos dos especies de hormigas saben escoger el material (arena, trozo de suelo o de hoja) mejor adaptado a su impregnación de un líquido alimenticio (pulpa de fruta o fluido de un artrópodo como la araña por ejemplo).
Interrogado por el AFP (Agence France Presse) sobre el estudio dedicado a Solenopsis richteri, Bernard Werber, el periodista científico y autor de la saga de las hormigas, reconoció no estar sorprendido con sus observaciones. “Están permanentemente probando cosas y evolucionando”. Recordó que este himenóptero cuenta con no menos de 12.000 especies y subrayó que “un montón de ellas han encontrado soluciones diferentes a problemas diferentes”. Y que las observaciones futuras “nos seguirán asombrando”.
Fuente: Sciences et Avenir