Arañas que andan como hormigas para poder escapar de los predadores… El mimetismo también existe en los insectos. En efecto, para escapar de los predadores, una especie de araña saltadora se disfraza de hormiga.
Según un estudio de la Universidad de Cornell publicado en Proceedings of the Royal society B. una especie de araña saltadora (Myrmarachne formicaria) se disfraza de hormiga para no ser devorada. Así, los científicos han constatado una actitud bastante increíble: la araña se desplaza sobre sus 8 patas pero se para varias veces para levantar sus dos patas delanteras, imitando así las antenas de las hormigas. Los predadores potenciales no notarían estas paradas sino que constatarían únicamente la presencia de las “antenas” y confundirían estas arañas con hormigas. También trazan unas trayectorias sinuosas, lo que las haría asemejarse a hormigas siguiendo pistas de feromonas. Las experiencias han demostrado que las arañas predadoras eran unas tres veces más susceptibles de atacar las arañas saltadoras corrientes que de tomarla con hormigas o arañas que pretenden ser hormigas. Por lo tanto es un disfraz que resulta de lo más eficaz….
Un modelo acertado
No es una casualidad que estas arañas hayan escogido este modelo, ya que las hormigas tienen fama de ser agresivas a la hora de defenderse. En efecto, son capaces de picar, morder y escupir chorros de ácido fórmico con lo cual los predadores prefieren generalmente las arañas a las hormigas. Esta estrategia les confiere por lo tanto una “cobertura” importante. Pero nunca podemos hacernos pasar por lo que no somos durante mucho tiempo… En efecto, el mimetismo tiene sus límites ya que las arañas no pueden sino desplazarse sobre sus 8 patas cuando son atacadas.
Un ejemplo notable de evolución adaptativa: el mimetismo protector
Generalmente, los estudios de mimetismo se concentran en los colores y las formas. Este estudio tiene la originalidad de haber observado el comportamiento con ayuda de múltiples cámaras de gran velocidad y de experiencias comportamentales para determinar cómo los movimientos de la araña imitan los de las hormigas. Por lo tanto, estas arañas son muy buenas actrices, controlando a la perfección, o casi, el arte del engaño.
Pero este arácnido no es el único animal en utilizar estrategias de supervivencia de este tipo. Este dominio del camuflaje y de la imitación existe también en insectos que se hacen pasar por ramitas u hojas con el fin de confundirse en su medio o adoptando los colores de su entorno. También son muy conocidos los dibujos disuasorios para impresionar a los predadores, con sus ojos amenazadores (por ejemplo las mariposas), colores vivos o también un sabor repugnante que pueden sembrar la duda sobre la toxicidad del insecto. En el mundo de los insectos, ser un usurpador es a veces la clave para la supervivencia…
Fuente: Sciences et Avenir