LAS PLAGAS QUE TRAEN LAS LLUVIAS
En junio pasado, el sindicato CSIF denunció una plaga de pulgas en el Registro del Decanato de los Juzgados de Sevilla, por lo que su delegada de Prevención de Riesgos Laborales pidió que personal especializado evaluara la situación y desarrollara un plan de actuación. En julio hubo denuncias por la apariciones de ratones… y, la pasada semana, debido a las intensas lluvias, han vuelto a “resurgir” las dos plagas a la vez. Por fin, tras un rosario de quejas y denuncias por parte de funcionarios y sindicatos ante episodios continuos de humedades y plagas de insectos y roedores, la Consejería de Justicia ha decidido actuar para evitar el incumplimiento de varios artículos de la Ley de Riesgos Laborales de 1995.
Las plagas que traen las lluvias y la humedad extrema
Lo ocurrido en Sevilla no es inusual. Tras un otoño tan seco y de altas temperaturas, denominado popularmente como “veroño”, han venido en tromba las lluvias y el incremento de plagas como ratas y ratones.
Las condiciones climáticas afectan directamente a las plagas y a su comportamiento. Si bien la época de mayor eclosión de plagas en general se produce en primavera y verano, muchos factores que condicionan el clima a lo largo del año propician o potencian distintos tipos y niveles de infestaciones.
La necesidad de los roedores de buscar ambientes secos produce un incremento en el riesgo de infestación, que se manifiesta especialmente en condiciones de lluvia constante.
Estos temporales producen frecuentemente inundaciones que desbordan sótanos, alcantarillas y desagües, obligando a los roedores a escapar de sus refugios 'naturales' e incrementando el riesgo de invasión en todo tipo de edificios.
Roedores: Foco de enfermedades
Además de las pulgas como peligrosas compañeras de viaje de los roedores, estos mamíferos son portadores de enfermedades como el Tifus, la Leptospirosis y, la menos conocida, el Hantavirus, cuya extrema peligrosidad merece una mención especial. Para que nos hagamos una idea de la importancia de esta plaga, podemos citar la experiencia de Estados Unidos, donde la mitad de los casos detectados en 2011 acabaron en muerte y, desde 1993, el promedio de fallecidos en casos detectados es del 36%.
Igual o más dramático que el recuento de este número fue el caso de unas 10.000 personas que se alojaron en cabañas infestadas de roedores en el Parque Nacional de Yosemite (2012), y que corrieron riesgo de contraer este virus mortal. Según “MedlinePlus” (National Library of Medicine), el virus se transmite por el aire y al entrar en contacto con la orina, excrementos y saliva de ratas y ratones.