Parte de la Sanidad Ambiental Aplicada, se desarrolla a través de la gestión de organismos nocivos en el aire, lo que tradicionalmente se ha conocido como “calidad de aire interior”. Esta “calidad de aire interior” ha ido evolucionando y adaptándose al avance y necesidades de la sociedad, transformando sus protocolos de actuación, y ampliando cada vez más su conocimiento, y tras la pandemia sufrida por el SARS-CoV2 se ha puesto de manifiesto la importancia de la calidad de aire, y el papel que juega en la propagación de cierto tipo de enfermedades.
La gestión de organismos nocivos en el aire, juega un papel crucial para salvaguardar la Salud Pública, ya que, no solo controlamos patógenos como el virus del SARS-CoV2, sino muchos otros que son potenciales causantes de enfermedades, y con el trabajo de las empresas de Sanidad Ambiental garantizamos la seguridad de las instalaciones que nos suministran un bien esencial para nuestra vida como es el aire.
Los riesgos sanitarios aumentan con la globalización del comercio, el calentamiento global y los cambios en el comportamiento humano, que brindan múltiples oportunidades para que los agentes patógenos se distribuyan y colonicen nuevos territorios, evolucionando hacia nuevas formas. En este escenario, y teniendo en cuenta la reciente pandemia sufría por la COVID 19, la gestión de organismos nocivos en el aire se ha convertido en un punto crucial para la Salud Pública, y hace que las empresas que tradicionalmente han llevado a cabo el mantenimiento de la calidad de aire interior se hayan convertido en esenciales.
Gracias a la evolución que se ha producido tanto en el ámbito de la formación, como de las técnicas empleadas para la gestión de estos organismos, hoy en día contamos con empresas de Sanidad Ambiental, que llevan a cabo procesos de Sanidad Ambiental Aplicada con todas las garantías necesarias.