¡¡Cuidado con la procesionaria!!
Tras anidar durante el invierno en lo alto de las copas de los pinos, con la llegada de la primavera y el incremento de las temperaturas, la oruga procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa -que debe su nombre a la forma que tienen estas orugas de desplazarse en procesión-, desciende en hilera para enterrarse y comenzar el proceso de cristalización que las convertirá en mariposas durante el verano.
Esta plaga no sólo se ha convertido en un problema para los pinares españoles, sino que también supone un importante riesgo sanitario para niños, adultos y animales domésticos y mascotas ya que, el simple contacto con esta especie, puede producir dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticarias. La procesionaria afecta a todo el territorio peninsular y a Baleares y constituye la plaga más dañina y destructiva para los pinares españoles después de los incendios forestales.
Precisamente, y bajo el titular “expertos recomiendan mantener la alerta en parques y jardines ante la llegada de la procesionaria”, las agencias de noticias Servimedia y Europa Press y otros medios como Eleconomista.es, Lainformacion.com o Diariosigloxxi.com, se han hecho eco de la nota de prensa que ayer difundimos desde el departamento de comunicación de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas, ANECPLA, para alertar de los riesgos derivados de la presencia de la oruga procesionaria en esta temporada en parques y jardines.
Entre otras cuestiones, ANECPLA ha insistido en que los métodos de control para combatir esta plaga –destrucción de los bolsones, trampas de feromonas, instalación de barreras físicas o empleo de productos químicos- deben efectuarse valorando factores como el ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación o la minimización del posible impacto sobre el medio, los animales y el ser humano; razón por la que deben ser las empresas expertas las encargadas de establecer las medidas de control pertinentes.