5000 abejas llevarán sensores para un estudio sobre su vida
La Agencia Australiana de la Ciencia, CSIRO, ha puesto sensores en 5000 abejas en Tasmania para completar un estudio sobre su vida, conocer cómo se desplazan y evaluar las causas de su declive.
Los sensores, que miden 2,5x2,5 milímetros, no suponen ninguna alteración grave de la actividad de las abejas. Según ha explicado Paulo Souza, líder del equipo de la CSIRO, el proceso consta de dos partes: en la primera, se mantiene a los individuos sometidos a bajas temperaturas para reducir al máximo su actividad; una vez conseguido, en la segunda parte, se les coloca el sensor y se las devuelve a su hábitat natural.
Es ahí cuando el estudio comienza realmente: las abejas realizan sus actividades habituales, así los científicos pueden conocer cuál es su forma de vida.
Este estudio es especialmente importante, sobre todo para conocer cuáles son las causas del colapso de colonias, un problema que está afectando a la productividad de las abejas.
Cabe destacar que las abejas tienen un papel destacado en la polinización de diversos cultivos, y que alrededor de un tercio de los alimentos que consumimos dependen de esta labor.