El baile (maldito) de los estorninos.

El Sturnus vulgaris o estornino pinto, baila mejor que canta. Sus hipnóticas coreografias contrastan con la estridencia de su insufrible trinar. En Granada lo han padecido este verano tanto los vecinos como los clientes de las terrazas. El Ayuntamiento tampoco ha estado acertado con el remedio, convirtiendo a una de las plazas más emblemáticas de la ciudad nazarí en un auténtico zoo. Mira por qué…

Hace pocas semanas una vasta banda de estorninos se asentó en la capital granadina. Miles de estos pequeños pájaros han encontrado residencia en plaza de la Trinidad. Además, del insoportable ruido que tantos ejemplares juntos pueden llegar a producir, la suciedad es otro de los gravísimos inconvenientes.

Por eso, el Ayuntamiento ha colocado en los árboles de la plaza unos altavoces especiales que emiten sonidos águilas, halcones, búhos y otras aves rapaces con el fin de asustar a los estorninos y reducir la población de los mismos.

Sin embargo esto supone una molestia para los vecinos que, además de tener que soportar el ruido de los pequeños inquilinos de la zona, tienen que aguantar el proveniente de los altavoces. Todo un zoo de locura.

Los afectados también son los bares y terrazas locales, que día a día cuentan con menos clientes.

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