LAS HORMIGAS NO CONOCEN LOS "ATASCOS"
Mientras los atascos son el pan de cada día de los seres humanos, las hormigas jamás han tenido ese problema ya que tienen un sistema de circulación de alta eficacia. Según un estudio de investigadores alemanes deberíamos tomar su ejemplo para circular en nuestras autopistas. ¿Quieres saber por qué?
Un grupo de investigadores alemanes ha estudiado la circulación de una colonia de hormigas comunes (Formica pratensis) a lo largo de una pista que transcurre desde su nido hasta una fuente de alimento. Los resultados, publicados en la revista The Science of Nature, demuestran que el atasco no existe entre estos insectos. Es más, lejos de sufrir retenciones, cuantos más individuos están desplazándose más deprisa lo hacen.
Unas hormigas muy bien organizadas
Estamos acostumbrados a pensar que la velocidad de circulación disminuye cuando la densidad de tráfico aumenta, pero esto no ocurre en el caso de las hormigas. De hecho, es justo al contrario; cuanto más aumenta la densidad de hormigas, más deprisa se desplazan estos insectos. Cuando son pocas, las hormigas se desplazan por el camino central más directo, pero cuando el tráfico es más denso utilizan todas las vías disponibles, centrales y laterales, para no ralentizar el tráfico.
Lo que estos hábiles insectos no pueden evitar son las colisiones. Pero ¿crees que esto las ralentiza? ¡Al contrario! incluso en esa situación las hormigas están llenas de recursos, y aunque los choques en cadena aumenten inevitablemente al aumentar la densidad de los desplazamientos, esto no disminuye la velocidad del tráfico. De hecho las hormigas se las apañan para que los encuentros entre dos individuos les sean de utilidad, utilizándolos para intercambiar información sobre el lugar del alimento, lo que es provechoso para el conjunto de la colonia.
¿Atasco? ¿Qué atasco?
Según los investigadores alemanes que han realizado este estudio, esta facultad se basa en la estructura de la red de tráfico. Las hormigas son guiadas eficazmente hacia los lugares de alimento (evitando rodeos o desplazamientos innecesarios) y cuentan con espacio suficiente para evitar los atascos.
Otro motivo es que se desplazan naturalmente en sentido bidireccional, es decir utilizando unas vías que van hacia el nido y otras que van hacia el alimento, en vez de desperdigarse en varias direcciones.
Por último, tienen su propio “código de circulación” por el que si una hormiga encuentra un obstáculo en su recorrido, lo quita con la ayuda de sus colegas y lo aparta del camino, para facilitar el tránsito del resto de individuos. Y, por supuesto, está permitido adelantar!
El hambre justifica los medios
Según los mirmecólogos (biólogos especialistas en hormigas), la correlación positiva entre velocidad y densidad de individuos se debería a la motivación de traer alimento al nido. Cuando estos insectos encuentran una nueva fuente de alimento se desplazan un 50% más deprisa ¡y eso que son el doble de numerosas!
Más asombroso todavía es que aquellas que van de vuelta al nido caminan 1,3 veces más deprisa que las que van hacia la fuente de alimento, cuando los investigadores pensaban que las que transportan el alimento a la colonia serían más lentas por ir cargadas. En caso de que no haya un cebo alimenticio en la meta ambos grupos se mueven a la misma velocidad. Lo que indica que las hormigas aceleran de vuelta al nido cuando tienen el alimento en su poder.
Todos estos trucos llevan a los mirmecólogos a pensar que su estudio podría ayudar a mejorar nuestro tráfico por carretera limitando los atascos.
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Fuente: Sciences et Avenir (Virginie Montmartin )