¿CUÁL ES EL INSECTO MÁS GRANDE QUE HA HABITADO LA TIERRA?
Este insecto, cuyo nombre ostenta su tamaño, es el más grande del que se tenga registro. Vivió en el Paleozoico y alcanzó hasta 71 centímetros.
Para tranquilidad de la mayoría, los insectos de nuestro tiempo no alcanzan las dimensiones que sus ancestros prehistóricos tenían. Los cambios que ha tendido el planeta a lo largo de los últimos millones de años hicieron que no coincidiéramos con estos seres vivos que, alguna vez, se desplazaron por toda la Tierra. No obstante, alguno de ellos tuvo que destacar sobre los demás al momento de ser medido. Sí, al menos por lo que los registros fósiles muestran, hoy tenemos una respuesta a cuál es el insecto más grande que vivió en el mundo.
Los insectos más grandes que vivieron en la Tierra están emparentados con las libélulas de nuestro tiempo. Formaron un género que se extinguió hace 300 millones de años, llamado Meganeura.
Para aumentar el asombro, este grupo de insectos eran depredadores de otros insectos, pero no solo eso: su tamaño también les permitía alimentarse de anfibios.
Si bien las especies catalogadas en el género eran grandes, una sobresalía todavía más. Estamos hablando de Meganeuropsis permiana. Este asombroso animal fue descrito por primera vez por investigadores de Kansas en 1937, hasta la fecha, como el insecto más grande que se haya encontrado.
Meganeuropsis permiana fue un representante de la era paleozoica, específicamente, del Carbonífero superior hasta el Pérmico superior. Lo que nos lleva a que sus poblaciones pulularon hace alrededor de entre 317 y 247 millones de años.
Con las alas extendidas, el insecto más grande del mundo podía superar los 70 centímetros. Esto es el doble del insecto más grande que vive hoy, el Dryococelus australis.
¿Por qué los insectos prehistóricos eran tan grandes?
Esta pregunta es algo que se planteó el sitio especializado EarthSky. Para ella, se ofrece una razón principal:
La atmósfera de los periodos prehistóricos era más cálida, húmeda y contenía mayor cantidades de oxígeno. Con estas condiciones, los insectos, animales sin pulmones, podían proliferar y llegar a tamaños superiores a los que conocemos en la actualidad.
Fuente: National Geographic – Alberto Milo