CHINCHES DE LA CAMA: UNA AMENAZA REAL
Las chinches de la cama, de las que últimamente se viene hablado en diferentes medios de comunicación, es una plaga difícil de detectar y aún más difícil de tratar, que puede infectar cualquier lugar (oficinas, almacenes, hoteles, residencias, gimnasios,...), aunque hay edificios, como establecimientos hoteleros y hospitales, que son especialmente sensibles a esta plaga, debido al elevado volumen de personas que los utilizan. Esta plaga puede llegar a desplazarse e infectar incluso nuestras viviendas causándonos un grave trastorno.
Aquí os dejamos unas breves notas sobre esta especie de insecto y como combatirlo.
Historia de la chinche de la cama
Esta plaga aterrizó hace una década en España, aprovechando el tránsito de personas y la globalización de enseres, y se ha convertido en una de las más extendidas en la Península Ibérica en los últimos años, según datos constatados por ANECPLA. Su propagación es tan elevada que se ha convertido en problema socio-sanitario en toda Europa, así como en otros países desarrollados como Estados Unidos.
Hay que remarcar que la infestación de chinches de la cama no tiene relación alguna con la higiene y pueden encontrarse en las viviendas más limpias o en los hoteles más lujosos. Aunque están presentes en todo el territorio nacional, están especialmente presentes en regiones turísticas ya que están directamente asociadas con el turismo, además de con el tráfico internacional de mercancías.
Hoteles y hospitales, donde existe una alta afluencia de personas (pacientes y turistas respectivamente) son, junto a las viviendas -especialmente las alquiladas- los espacios más afectados, aunque pueden infestar cualquier lugar: oficinas, almacenes, gimnasios, etc.
Debido a su dificultad de detección y erradicación, unido al resurgimiento de esta plaga, es imprescindible que la sociedad tenga información suficiente para detectarla y prevenirla de manera adecuada, para evitar empeorar el problema. Aunque en España, a diferencia de otros países, no son vectores transmisores de enfermedades, sí causan muchas molestias por las picaduras y reacciones alérgicas, ya que se alimentan exclusivamente de sangre humana. Todavía cuando despertamos con una picadura pensamos que nos ha picado un mosquito o una araña, pero nunca una chinche, y en muchas ocasiones podemos confundirnos.
Este insecto se introduce en los hoteles a través de maletas y ropa y viaja con los turistas en sus traslados. Sus escondites favoritos son los colchones, maletas, camas, almohadas y ropa de cama, mesillas de noche, molduras, cabeceros, muebles, somieres, armarios, sofás y sillas, e incluso podemos encontrarlos en el cableado eléctrico, rodapiés, armarios, tapajuntas o puertas. Este insecto de hábitos nocturnos es difícil de detectar y puede infestar cualquier lugar. Cuando llegan a anidar su erradicación es muy complicada y requiere de la intervención de empresas expertas. Cada vez son más los hoteles, hospitales, geriátricos y otros establecimientos que comunican infestaciones de este tipo.
¿Cómo detectarlas?
La mejor forma de detectar si estamos ante una infestación de chinches es comprobar si tenemos pequeñas manchas y restos de sangre en las sábanas. Si esto ocurre, debemos inspeccionar el colchón, el cabecero, el somier y la ropa de cama. Aunque pueden estar escondidas en cualquier lugar, cuadros, cortinas, armarios, rodapiés o tapajuntas, lo más habitual es que se localicen en zonas cercanas a las camas y a nuestro dormitorio, porque se alimentan exclusivamente de nuestra sangre y son insectos nocturnos. Durante el día se esconden en grietas y hendiduras, detrás del empapelado suelto y en las camas.
Si despertamos con pequeñas marcas rojas con un mínimo espacio entre unas y otras, generalmente, en cuello y brazos podemos estar ante una picadura de chinche. Debemos evitar rascarnos pues las picaduras podrían llegar a infectarse.
Podemos reconocerlas gracias a su color marrón rojizo, su forma ovalada y sus seis patas. Tienen el tamaño de una pepita de una manzana.
¿Cómo combatirlas?
Para lograr un control correcto y efectivo de las chinches de cama se requiere, de manera ineludible, la gestión de dicha infestación por profesionales expertos de empresas de control integral de plagas. Si los productos biocidas se aplican por personal no cualificado, no solo estamos poniendo en riesgo la salud de las personas implicadas y de los usuarios de las instalaciones, sino que además podemos extender esta plaga a zonas aledañas.
Junto a los tratamientos químicos existen otros alternativos para combatirlas, como tratamientos térmicos por calor seco, calor húmedo o tratamiento térmico por frío, entre otros. También hay alternativas complementarias como la aspiración o trampas adhesivas, e incluso hay perros que están entrenados para detectarlas. Lo más recomendable es la utilización conjunta de varios de estos métodos para conseguir el mayor rendimiento posible en la aplicación de los tratamientos.
¿Cómo prevenir su aparición?
Antes de llevar a cabo el tratamiento, tendremos que lavar toda la ropa de cama, vestidos, o cualquier tejido que pueda haber quedado infestado, a temperaturas superiores a 60 ºC, sobre todo si regresamos de algún viaje. En estos casos es altamente recomendable que al llegar a casa revisemos nuestro equipaje y lavemos bien la ropa, tanto sucia como limpia, que llevemos en la maleta. Además, es aconsejable utilizar fundas de colchón de manera preventiva, que eviten que las chinches se instalen en nuestras camas.
Si quieres ver más información sobre esta plaga, no te pierdas el video de ANECPLA.