LAS HORMIGAS CONSTRUCTORAS DE SENDEROS TRABAJAN SIN COMUNICARSE
Un nuevo estudio reveló un fenómeno asombroso: cuando las hormigas cortadoras de hojas crean un sendero, no parecen coordinar su trabajo. No hay capataz en las hormigas cortadoras de hojas: según un estudio publicado el 23 de enero 2019 en la revista Proceedings of the Royal Society B estos insectos construyen senderos sin recibir la menor consigna y sin intercambiar la menor información.
Hormigas capaces de crear senderos de varios kilómetros.
En estos insectos sociales, una construcción puede necesitar miles de horas de trabajo realizadas por miles de individuos. Pero entonces se plantean varias preguntas: “¿Cuáles son los comportamientos individuales en la construcción y qué nivel de interacción compleja es necesario para organizar este esfuerzo?”. Fueron las preguntas que se planteó un equipo internacional de investigadores. Para contestar, escogieron por modelo una especie del género Atta, llamadas también hormigas cortadoras de hojas. Éstas tienen un don especial para crear senderos. Quitan las hojas presentes en el suelo y son capaces de desplazar la tierra para nivelar el sendero a lo largo de varios kilómetros. Esto permite luego a la colonia trasladar los alimentos hasta el hormiguero. Cada colonia puede despejar hasta 3 km de senderos al año, invirtiendo colectivamente hasta 11.000 horas de trabajo cada año para construirlos y luego mantenerlos.
“Callarse” para conservar mejor su energía durante la construcción
Con el fin de entender mejor cómo las hormigas se organizan para hacer frente a estos trabajos titánicos, Thomas Bochynek de la universidad Northwestern en Estados-Unidos y sus colegas, observaron unas hormigas cortadoras de hojas sudamericanas in situ y en laboratorio, y luego modelizaron su acción. De esta manera descubrieron que no había distribución de las tareas, no había supervisor y tampoco coordinador. Cada hormiga resuelve como le parece los problemas que se le presentan y es la suma de todas las acciones individuales la que les permite construir los senderos. Las hormigas “actúan únicamente en función de su propia percepción de los obstáculos”, subraya el estudio. “Es asombroso, porque los comportamientos colectivos se suelen organizar comunicando”, explica Thomas Bochynek a la AFP. Por lo tanto esta organización (o no-organización) es totalmente diferente a la nuestra, muy jerarquizada y racionalizada. Y sin embargo, permite ahorrar energía ya que comunicarse sea por contacto sea por feromonas (que hay que producir, almacenar y secretar) origina un gasto, subraya el investigador.
Fuente: Sciences et Avenir