Objetivo: reducir el número de palomas
En la última semana, tres municipios españoles han comenzado un plan para controlar la población de palomas en el centro de las ciudades.
Reus, Guadalajara y O´Carballiño son ejemplo de que la presencia de estas aves, en un número abultado, puede perjudicar el día a día de las localidades. Las autoridades se han puesto manos a la obra.
Se estima que en Reus hay 716 palomas por kilómetro cuadrado. Una cifra que les parece demasiado elevada a los responsables municipales, y por ello han decidido intervenir. Estas aves se convierten en un problema sobre todo en terrazas de los bares y en los parques, donde la gente les da de comer.
Para controlar la población, el ayuntamiento de la localidad está llevando a cabo un total de 67 acciones mensuales, realizadas a través de 25 jaulas fijas y 5 móviles repartidas por el casco urbano, y también se sirven de 10 redes de captura. Además, según la ordenanza municipal, las personas que den de comer a estas aves, pueden recibir una multa.
El municipio orensano de O´Carballiño sufre el mismo problema. Para atajar los daños causados por las colonias de palomas, que ensucian las fachadas de los edificios, toldos, coches aparcados y personas, los bares y terrazas se han visto obligados a instalar grandes paraguas que protejan a su clientela. El Ayuntamiento también se ha puesto manos a la obra, contactando con un particular que tiene un halcón peregrino: el ave sobrevolará las calles de la villa, para así lograr espantar a las palomas.
A halcones peregrinos también han recurrido en Guadalajara. Tres hembras de esta especie sobrevuelan la ciudad para disminuir el número de palomas. Se trata de un proyecto conjunto con la organización Safari Madrid, que además de evitar las molestias causadas por las aves,
Estos tres ejemplares han nacido en cautividad, en el Zoo de Guadalajara, pero ahora ha llegado la hora de que vivan en libertad y recuperen su territorio.